24 de octubre de 2012

Y yo nunca te conté, que lloraba sóla en el salón.

No puedo soportar la rabia, el coraje y el daño que día a día me causa. No puedo mas, he llegado a tal limite en el que no merece la pena luchar por nada, he llegado al limite en el que nada tiene sentido y en el que no ves camino alguno. Grisáceo, todo en este mismo color, sin mejoras ni empeoramientos, siempre grisáceo, sin opciones ni alternativas. Estoy cansada y poner buena cara y hacer ver que no pasa nada, estoy harta de intentar ser el termino intermedio, de ser correcta, de hacer que todos se sientan bien, cuando yo ni si quiera lo estoy, lo que estoy es furiosa, me consume la rabia por momentos y va dejando mi alma negra y sin ningún escrúpulo. Dolor, dolor y dolor día a día, paso a paso, todos cuesta arriba, sin descansos sin frenos, luchar en balde, para no tener nada, ni quererlo tener, y encima tener que pedir perdón.