30 de agosto de 2012

Exageramos demasiado.

Y no lo sé. No entiendo porque no soy capaz de querer a otro. Porque no me puedo imaginar estar con otra persona que no sea él. Si es que no lo conozco, no se quien es, no lo veo, no creo que sepa que existo, pero es con el único que me imagino. Es con el único que creo que puedo ser feliz. Es por el único que me levanto cada mañana, y si pienso en el por la noche duermo mejor. Es el único que desde aquel día se ha apoderado de mis pensamientos, solo con una mirada, solo con eso. Y me ha descolocado, yo nunca pensé que pudiera querer a alguien que no conociera, que no supiera quien es y que no viera. Y dime, ¿si esto no es querer, porque al pensar en el se me pone una sonrisa? ¿Porque me asomo cada noche a la ventana para ver las estrellas pensando que el ve el mismo cielo que yo? ¿Porque pido todos los días que pueda conocerlo?¿Porque me sigo ilusionando cada día pensando que lo voy a ver, lo voy a conocer? ¿Porque no fui capaz de hablarle aquel día? ¿Porque ha sido el único que me ha sacado adelante cuando todo lo veía negro solo con recordar su mirada? No lo se. Y me duele estar así, me duele pensar que esto no llegará a nada. Pero hubiera preferido no haberlo visto aquel día, que todo se acabara allí, haber admitido que no era él. Pero lo vi, y esa esperanza perdura. Y no se que hacer. Busco cada día en vano algo que me pueda llevar a él. Pensaba que necesitaba estar con alguien, pero no necesito a alguien, lo necesito a él porque solo con saber que piensa en mi me levantaría todos los días con una sonrisa. Pero me temo que eso nunca pasará y siempre me quedaré con la duda de que pasaría si hubiera sido más valiente y le hubiera hablado aquella tarde de verano, en la que el miedo me pudo.