18 de julio de 2011

y lo rico que tus labios me besan.

Aveces la vida es perfecta, ¿Verdad? Tiene que serlo. Para compensar todos los inconvenientes que se te presentan. Tienes que aprender a andar, tienes que ponerte ese sombrero tan ridículo que te compró tu abuela. No tienes ni voz ni voto. Y cuando ya eres un poco mayor, aunque puedes escoger los sombreros, no puedes elegir los ingredientes de las albóndigas de la cafetería. Ni cuándo enamorarte. Las cosas ocurren y tienes que arreglártelas.