30 de junio de 2011

lo contare deprisa para que lentamente llegue a tu sonrisa.


Llega un momento en el que quieres escapar, huír, de todo y de todos, quieres gritarle al mundo que estás harta, cansada de siempre lo mismo, ir a un lugar que consiga no recordarte a él, a sus tonterías, a sus mimos, sus besos, sus abrazos, sus palabras bonitas que un día, se las llevó el viento. Extrañas recorrer su cuerpo con caricias, echas de menos amanecer en su pecho, rodeada por sus brazos, esas noches analizándo cada estrella que se encontraba en el firmamento, analizándo cada una de sus sonrisas, cada uno de los poros de su piel, esa brisa que traía el olor de su perfume, ese que aún recuerdas, ese que está en tus sábanas, en tu ropa, dentro de ti, de lo más profundo, en un lugar del que parece imposible sacarlo.