1 de junio de 2011

llego la hora del beso.

Te odio, ¿sabes? Por esa maldita manía que tienes de no terminar nada de lo que empiezas. Por esa jodida sonrisa que enamora y que luego utilizas para acompañar un triste "adiós". ¿Tanto te cuesta darme una oportunidad? ¿Dejar que el tiempo pase y el destino decida? No estamos tan mal juntos, ¿no crees?
Te odio estúpido chico encantador. Por hacerme sonreír cada mañana con tu tímido saludo y tu rostro aniñado. Por hacer que mil descargas eléctricas pasen por mi cuerpo cuando mi mirada se encuentra con tus ojos color tierra. Por esa piel bronceada, por ese pelo que el viento despeina adorablemente.
Tú y tus inocentes gestos, así me tenéis. Esperando como una idiota a que decidas quererme.