18 de mayo de 2011

Quisiera ser un verso dentro de tus pensamientos.

Hoy tengo ganas de comerme el mundo. Aunque mañana tal vez el mundo me coma a mi. No se lo que quiero ni como lo quiero. Solo se que lo quiero. Y punto. No soy de las que se paran a pensar las consecuencias. Actuo. Disfruto o sufro. Me relajo o me deprimo. Pero siempre termino olvidándolo. O quitándole importancia. Busco momentos mejores. Y si no los encuentro, vuelvo a aquellos que ya pasaron. Está claro que volveré a pasar por esa etapa de sufrimiento. Y que junto a ese sufrimiento, vendrá la nostalgia. Ese es mi punto débil.Recordar. Aunque a veces los recuerdos son una droga mortal, que a la vez que me alivian, envenenan. Es esa típica sensación de despertar de un fantástico sueño. Y de desvanecerte cuando descubres que no es real... y lo peor, es que lo fué.