21 de febrero de 2011

me tapare los ojos,para no volver atrás.



La vida está para adelante, nunca para atrás. No eres la misma persona que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cambia de historia. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresarás será igual, porque nada se queda quieto, nada es estático. Nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar. Nada es vital para vivir. Es costumbre aferrarse a las personas, a los lugares, a las vivencias, se siente mucho mejor poder cambiar que extrañar, poder inventar una nueva historia que recordar pasadas